La digitalización es un proceso imparable. Su situación actual y las consecuencias en el control de gestión han protagonizado uno de los paneles de debate más interesantes del Controller Centricity 2021, que cada año organiza Global Chartered Controller Institute (GCCI). Tres reconocidos especialistas han puesto de relieve que la evolución del Controller en las compañías pasa por convertirse en un socio estratégico del negocio con la alianza de la analítica de datos.

Controller y científico de datos, de la mano

El uso específico de los datos de la empresa para extraer información de valor que permita la toma de decisiones estratégicas es inexcusable. Y el Controller, por su conocimiento transversal de las organizaciones, es la figura llamada a gestionarlo. Pero para realizar esta tarea es imprescindible que también desarrolle habilidades propias de los científicos de datos. Solo de esta forma, podrá entenderse con los expertos en este área a la hora de buscar soluciones, al tiempo que podrá verificar su viabilidad y eficiencia.

Benigno Prieto, socio de Finance Strategy & Transformation de KPMG España; José Manuel Prieto Sanz, socio fundador de Performance Management Partners (PMP); y Jordi Sala, director de Ventas Empresariales de Emburse Captio han planteado la imprescindible aportación del controlling en el cambio de visión empresarial al que ha dado lugar la pandemia.

Visión más estratégica

El consultor de KPMG ha especificado que la falta de suministros en la industria, el teletrabajo o la volatilidad de los precios de las materias primas son algunos de los principales impactos que el COVID-19 ha tenido en el mercado actual. Ante esta situación, en la que muchos negocios han tenido que reinventartse, Prieto destaca que el perfil del Controller se alza como una de las figuras más importantes en el seno de las organizaciones. Pero para alcanzar este estadio tiene que desarrollar «una visión más estratégica, capacidad de adaptarse a negocios en constante evolución y saber automatizar al máximo los procesos».

Prieto está convencido de que «las organizaciones, ahora más que nunca, esperan más de los Controllers». En este escenario, predecir con mayor precisión se vuelve esencial. Aquí es donde entra en juego la tecnología, que será la gran aliada del Controller porque entre otros beneficios «le ayudará a mejorar la precisión del forecast». Así, concluye que «las compañías deben dejar de ser tan financieras para empezar a ser más operativas».

Procesamiento de los datos, el principal reto

Por su parte, José Manuel Prieto Sanz, director general de la línea de negocio de CCH Tagetik en PMP, ha aportado otra perspectiva de gran relevancia con respecto a la digitalización, que es fundamental para la buena dirección de las empresas: la gestión de los datos. «Si antes el problema era encontrarlos, hoy la dificultad está en su procesamiento». Pone así el foco en la necesidad de gestionar con eficacia esta vertiente, puesto que está íntimamente ligada a la labor diaria de los Controllers.

Para el directivo, la tecnología no solo «permite tener muchos datos a nuestra disposición, también que nos conectemos con mayor facilidad a los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP)». Además, asegura que existe un creciente interés de las empresas por aplicar la tecnología en el control de gestión debido a las mejoras que aporta en la analítica de costes y en el dashboarding. Señala que la popularización de herramientas como Microsoft Power BI facilitan la lectura, seguimiento y comprensión del tablero de operaciones en el que se reflejan los principales indicadores de desempeño.

En la automatización está la clave

El tercer experto del panel, Jordi Sala, director de Ventas Empresariales de Emburse Captio, ha trasladado la experiencia de su compañía para poner de relieve las ventajas de la automatización aplicada a la gestión de los gastos empresariales. Entre ellas, destaca «el aumento de la eficiencia y de la productividad, así como una mayor seguridad».

Como ejemplo, cita el caso real de una compañía hotelera en la que la implantación de un sistema de gestión de los gastos de los empleados ha supuesto un considerable ahorro de tiempo y dinero. El directivo ha asegurado al auditorio que automatizar los procesos manuales en este campo garantiza el riguroso cumplimiento de los gastos y aporta un profundo conocimiento de los mismos para tomar decisiones inteligentes y fundamentadas.