Preguntarse qué pasará si.., ha formado parte de los procesos de toma de decisiones desde siempre. Pero en momentos de tanta incertidumbre como el actual, es aún más relevante. El uso del análisis de escenarios es el método que permite a las empresas acercarse a una respuesta correcta.
En esta tarea crucial, el Controller desempeña dos funciones decisivas: la recopilación de datos para identificar los principales factores y tendencias que puedan influir en el análisis, así como el seguimiento de los indicadores que permiten establecer si un escenario se está haciendo realidad o no.
El primer hito en torno a la planificación en base a distintos análisis de escenarios comienza con un modelo desarrollado en plena Segunda Guerra Mundial por Herman Kahn, un funcionario del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. En los años 60, junto a otros fundadores, puso en marcha el Hudson Institute con la misión de pensar en el futuro de manera no convencional.
Fruto de este trabajo fue la publicación del libro The Year 2000, en el que se establecían una serie de escenarios mundiales a 33 años vista. El sector energético fue el pionero en aprovechar este conocimiento y desarrollar diversas hipótesis cuando en los años 70 se produjo la primera crisis del petróleo.
Antes de abordar el análisis de escenarios hay que tener en cuenta algunas premisas:
1.- Definir el punto de partida
Es una etapa crucial a la hora de plantear los diferentes escenarios hipotéticos en la que se plantea el objetivo real de la empresa. La visión de la organización comprende y parte del presente. Tan importante es plantear las distintas variables que pueden afectar a los escenarios como conocer la situación real y actual de la empresa.
Todos los mandos implicados en la toma de decisiones deben ir encaminados a decidir la estrategia (qué se quiere conseguir), delimitar su alcance y definir su horizonte temporal.
2.- Recopilación de datos
En este segundo paso, la función del Controller es fundamental. Debe abarcar el conjunto de variables posibles con el objetivo de identificar los principales factores y tendencias que puedan influir en el análisis.
En estos factores se apoyará la construcción de escenarios para mejorar la toma de decisiones minimizando el riesgo. En esta etapa es muy útil el análisis DAFO, herramienta indispensable en cualquier empresa para analizar la viabilidad de un proyecto que evalúa debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades.
También el análisis PEST/PESTEL que valora cuatro factores externos (político, económico, social y tecnológico) permitiendo a las empresas descubrir y determinar los factores que pueden afectar al negocio en el presente y en el futuro.
3.- Diferenciación de certezas versus incertidumbres
Una vez identificadas las variables que pueden afectar al negocio hay que realizar un trabajo de diferenciación de certezas frente a incertidumbres. Es fundamental saber distinguir lo importante de lo superfluo y evitar las divagaciones.
4.- Creación de escenarios
Se deberán adoptar las tendencias mejor respaldadas y contrastadas como certezas y trabajar sobre aquellas tendencias de carácter importante que sean cambiantes. A partir de estas incertidumbres se crearían los distintos escenarios, incluyendo las hipótesis ciertas en todos los análisis y jugando con las variables que se describan como inciertas.
Un escenario es una descripción consistente y coherente de cómo prevemos que será el futuro. El análisis de escenarios muestra una comparativa de los diferentes escenarios sugeridos de modo que se pueda explorar la incertidumbre que rodea las consecuencias futuras de cualquier decisión sobre variables inciertas.
El objetivo principal es, por tanto, analizar las diferentes imágenes del futuro que muestran la incertidumbre a la que se enfrenta la empresa, reduciendo los riesgos a la mínima expresión y, en caso de que existan o se presenten de manera inesperada, poder hacer una previsión a medio plazo.
El proceso de elaboración de escenarios consta de los siguientes pasos:
Entre los beneficios que procura a la empresa el análisis de escenarios se encuentran:
Del mismo modo, aunque el análisis de escenarios facilita la toma de decisiones estratégicas, también cuenta con limitaciones y desventajas. En especial, en todo lo relacionado con el manejo de información y su aplicación. Si existe un inadecuado registro de actividad e histórico y un escaso control de los datos e información, el análisis de escenarios se convertirá en un ejercicio especulativo y subjetivo que puede ofrecer resultados no deseados.
El trabajo de análisis no termina una vez que estén diseñados los escenarios. En esta etapa es cuando el departamento de Control de Gestión vuelve a ser una vez más imprescindible, diseñando, evaluando y realizando seguimiento de los principales indicadores que permiten delimitar si un escenario se está haciendo realidad o no. Algunas de las principales variables sobre las que el Controller ha de poner énfasis son: diferenciación, consistencias, priorización de variables, claridad y precisión.
Por lo tanto, una vez que el análisis de escenarios está diseñado debe servirnos como guía para alcanzar el futuro que desea la empresa. El Controller es el responsable de realizar un correcto análisis, seguimiento y evaluación para a la empresa los posibles caminos a seguir en función del cambio de variables. También es el encargado de proporcionar las habilidades y capacidades necesarias para adaptarse con rapidez a los cambios que se producirán en el futuro.