La Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de las Naciones Unidas define el desarrollo sostenible como «el desarrollo que satisface a las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas».

Una empresa debe asegurar cinco aspectos para ser sostenible:

  1. Actuar de manera responsable, conforme a los principios universales.

  2. Dinamizar acciones que apoyen a la sociedad.

  3. Comprometerse con la sostenibilidad de los cimientos de la empresa al nivel más elevado.

  4. Publicar informes anuales de logros y esfuerzos.

  5. Alentar una implicación con las comunidades locales de las que forma parte.

Aquí entran en juego los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), que se fijaron en 2015 y forman parte de la Agenda 2030 de la ONU. Con el cumplimiento de estos ODS, se reconoce el rol fundamental que las empresas pueden y deben desempeñar en el logro de dichos objetivos.

Los ODS permitirán que las empresas demuestren como sus negocios ayudan a avanzar en el desarrollo sostenible, minimizando los impactos negativos y mejorando los positivos en las personas y en el planeta.

Listado de los 17 ODS:

Estos objetivos son imprescindibles y afectan directamente en la estrategia de sostenibilidad o responsabilidad social corporativa (RSC) de las compañías que, según el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, «es una forma de dirigir las empresas, basada en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general».

Dicha estrategia debe marcarse sobre la base de tres dimensiones sostenibles:

  • La sostenibilidad económica se refiere al crecimiento económico de las compañías, siempre con respeto por los recursos naturales, reducción progresiva de la huella ecológica de los productos y riqueza distribuida de forma equitativa.
  • La sostenibilidad ambiental se basa en la minimización de impactos ambientales negativos producto de la actividad empresarial para transformarlos en impactos positivos.
  • La sostenibilidad social muestra la relación sostenible que la empresa debe fomentar en la dimensión humana. Citando al programa Global Compact de las Naciones Unidas, «tanto de forma directa como indirecta, las empresas influyen en lo que sucede a los empleados, a los trabajadores de la cadena de valor, clientes y comunidades locales, y por ello es importante gestionar estos impactos de manera proactiva».

El proceso de planificación y gestión empresarial que integra las dimensiones sostenibles con la estrategia global de la compañía es el denominado Green Controlling. El controller, como socio estratégico de la dirección, debe tener un papel activo en la integración de los ODS en los procesos habituales de planificación y control.

Fases en el Green Controlling:

1.- Analizar: Definir las principales áreas de impacto y establecer objetivos en relación con los ODS. No todos los ODS serán claves en la estrategia global, por lo que es necesario realizar una evaluación individual de los impactos actuales y potenciales que las actividades tienen sobre los ODS a lo largo de la cadena de valor. Para ello, es necesario la creación de un mapa estratégico donde se recogan los objetivos globales e incorporen los ODS elegidos en cada una de las perspectivas.

2.- Medir: Evaluar los objetivos mediante Key Performance Indicators (KPI´s) y planes acción. Para cada una de las perspectivas y objetivos, es necesario identificar indicadores que expresen y permitan valorar de la forma más adecuada la relación que existe entre las actividades de su empresa y su impacto en el desarrollo sostenible, de tal manera que el resultado se pueda seguir a través del tiempo. Esto asegurará que los ODS se integren en la estrategia y creen oportunidades para hacer mejoras en toda la cadena de valor.

3.- Transformar: Reportando el progreso de las compañía frente los ODS, tanto a nivel interno como externo. Las empresas pueden optar por usar formatos de reporte existentes, o preparar un informe o comunicación independiente de forma más concisa. Aunque sí es recomendable que se utilicen los estándares internacionalmente reconocidos para sus procesos de elaboración de reportes, tales como los ofrecidos por Global Reporting Initiative (GRI)

El 96% de las 250 principales empresas del mundo reportan sus objetivos de sostenibilidad.

Fuente: Encuesta Responsabilidad KPMG 2020

Es una realidad que, en un entorno donde los recursos naturales son cada vez más limitados, las compañías a través del Green Controlling son capaces de garantizar un éxito financiero sostenible integrando en sus políticas riesgos ambientales y sociales a medida que estos se hacen evidentes.