El Controller es hoy la figura imprescindible para afrontar la incertidumbre de los mercados. En un entorno en el que la economía mundial está sujeta a gran inestabilidad, debido al aumento de la inflación y al alza continuada de los tipos de interés en el mercado, es fundamental que los profesionales del control de gestión tengan gran capacidad analítica y determinación para tomar decisiones con rapidez.

Falta de materias primas

En el caso de España, el aumento de la inflación se debe a dos factores decisivos vinculados a la oferta. En primer lugar, después de la pandemia, la oferta se vio afectada por el cuello de botella que el confinamiento produjo en las cadenas de distribución en todo el mundo. Una disrupción que provocó la falta de materias primas y, en consecuencia, la imposibilidad de satisfacer la demanda de los consumidores.

Costes energéticos

El segundo factor que está influyendo en la inflación es el elevado precio de la energía y los combustibles que, a su vez, repercute en los precios de las materias primas y en todos los productos. Así, la inflación está suponiendo un impacto considerable en los costes de la producción de los bienes y servicios ofrecidos por las empresas.

El Controller debe mitigar los efectos de la inflación

Ninguna organización escapa al desafío que supone dar respuesta a esta situación. Y es el departamento de Control de Gestión al que corresponde resolverla. Del Controller se espera una propuesta que permita trasladar a los precios de venta la subida generalizada de la materia prima sin que afecte a los consumidores y decidan buscar otras alternativas más económicas.

Tensiones externas

A las circunstancias internas se añaden otras de índole internacional como las tensiones derivadas de la guerra en Ucrania, que está afectando de forma significativa a la oferta de energía y a ciertas materias primas que provienen de esta zona.

Reducción del consumo y la inversión

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) para frenar la inflación ha optado por las subidas de tipos de interés y moderar así la demanda reduciendo el consumo y la inversión. Una medida que frenará la subida de precios de las materias primas, pero de forma lenta y prolongada en el tiempo.

Sistema de control de gestión para simular escenarios

En este contexto, el principal problema que tiene que atender el Controller es la reducción de la demanda de sus productos o servicios, debido a la subida de tipos que va a provocar una disminución de los gastos de las familias. Ante esta reducción de la demanda, será determinante decidir si se realiza una subida o una bajada de los precios para no perder cuota de mercado. Y en esta toma de decisión es fundamental un buen sistema de control de gestión que ofrezca la información lo más desglosada posible para simular distintos escenarios de subida y bajada de precios de los productos y prever cómo se verá afectada la empresa.

Cinco claves para reducir los costes

Las cinco claves que ha de tener en cuenta el Controller para determinar cómo se pueden reducir los costes son las siguientes:

1.- Analizar los costes que no aportan un valor real y reducirlos

Es una tarea imprescindible para detectar el encarecimiento del precio final de los productos.

2.- Buscar nuevos proveedores y realizar comparaciones entre ellos

Esta acción, además de ayudar a descubrir nuevos proveedores, también aumenta la fortaleza frente a los proveedores actuales. Es fundamental analizar continuamente los que ofrecen precios más competitivos, por lo que hay que disponer de una buena base de datos de proveedores potenciales para ahorrar tiempo en la búsqueda y poder acudir a ellos en cualquier momento.

3.- Suprimir los intermediarios

A la hora de comprar materias primas, esta figura hace que el precio del producto se encarezca. Se impone conocer a los proveedores de las materias primas y contactar directamente con ellos para reducir los costes de intermediación y, por tanto, de las materias primas. Del mismo modo, es recomendable apostar por las materias primas de cercanía, asistir a ferias, acudir a asociaciones profesionales…

4.- Gestionar el stock

Optimizar el inventario es un factor crucial para la cadena de suministros. El coste de mantener las materias primas almacenadas es mayor del que se suele considerar. Y lo más interesante en periodos de incertidumbre es vender los productos cuanto antes, puesto que las necesidades de los consumidores pueden cambiar. En este caso, se reducirían las ventas y habría que soportar ese stock en almacén sin que tenga salida. Además, es aconsejable disponer de una herramienta de análisis de la demanda de los clientes para proyectar posibles escenarios futuros de las ventas de la empresa y reducir el riesgo de que los productos se queden en el almacén sin vender.

5.- Reducir el coste de transporte o logística

El transporte de los productos a las distintas tiendas distribuidoras puede aumentar el coste de los productos y reducir sus márgenes, de aquí la importancia de controlar los costes aduaneros, el coste de la preparación de los productos para realizar el transporte e incentivar la venta de los productos en locales de cercanía.